Después de experimentar un accidente traumático, Shiki Tohno despierta en el hospital con la capacidad de ver líneas y grietas sobre cada superficie y ser vivo. Cuando son trazadas con cualquier borde afilado o desafilado, estas líneas se cortan permanentemente. Shiki está angustiado por su nueva habilidad hasta que recibe de una chica misteriosa unos anteojos que le permiten vivir su vida cotidiana. Años más tarde, después de vivir en la casa de un familiar, la muerte de su padre lo convoca nuevamente a la mansión que dejó hace años; donde deberá aprender a vivir con su hermana menor y dos criadas. Un día, la vida de Shiki da un giro para peor cuando, de camino a la escuela, conoce a una mujer rubia y siente la necesidad de matarla.
